Las fiestas patronales se celebran el 16 de agosto en honor a la Virgen de la Blanca, junto a San Roque. También se venera a San Mateo el 12 de septiembre.
Antiguamente, las niñas salían en tiempo de cuaresma para pedir dinero o viandas con las que mantener encendida la luz del Santísimo expuesto en la iglesia y también para costear los adornos del altar de Jueves Santo, conocido como “El Monumento”. Llamadas popularmente “cristeras”, en su ronda cantaban:
"Échate mano al bolsillo
joven y noble caballero
que vale más tu nobleza
que la hacienda y el dinero.
Dicen algunas mujeres
con un poco rintintín
que no ponen las gallinas,
qué poco cuesta mentir.
Cuando vienen los hueveros
se van con las cestas llenas
y nosotras les pedimos
que nos vendan dos docenas".
que vale más tu nobleza
que la hacienda y el dinero.
Dicen algunas mujeres
con un poco rintintín
que no ponen las gallinas,
qué poco cuesta mentir.
Cuando vienen los hueveros
se van con las cestas llenas
y nosotras les pedimos
que nos vendan dos docenas".